El Secretario de Defensa de EE.UU., Ash Carter, ha revelado la existencia de un programa del Pentágono para desarrollar lo que denominó “Arsenal Plane” o almacén de bombas volante. Diseñado para reforzar la acción de los cazabombarderos de quinta generación, como el F-35, completará sus armas de alta tecnología con un número importante de armas convencionales ensayadas y comprobadas. El Arsenal Plane, tiene sus raíces en el mar. Durante la década de 1990, hubo un esfuerzo para crear los llamados “Arsenal ships”, grandes barcos con silos con capacidad de lanzar cientos de misiles, que se apoyaban en los datos de los objetivos adquiridos por el resto de la flota. No se construyó ningún Arsenal Ship pero cuatro submarinos de la clase Ohio se transformaron para llevar a 154 misiles de crucero Tomahawk cada uno. En estos momentos, estas plataformas están reconocidas como extremadamente importantes para proporcionar fuego fuera del alcance enemigo (stand-off) con gran precisión. El concepto del almacén de bombas volante es el mismo pero puesto en el aire. El Arsenal Plane ideal sería una gran plataforma con largo alcance y capacidad de reabastecimiento en pleno vuelo. Tendría que estar equipado con el Link 16, un sistema de enlace de datos digital utilizado por las fuerzas terrestres, navales y aéreas de EE.UU. Y sus aliados para comunicarse entre sí y compartir información. Pero más importante aún, el Arsenal Plane tendría que ser además un almacén de bombas volante, pesado, no furtivo y lento. Llevaría misiles stand-off de largo alcance, como el Joint Air to Surface Standoff Missile (JASSM), en las misiones contra enemigos con defensas aéreas modernas, o bombas guiadas de precisión en teatros como Afganistán o Irak, donde las defensas aéreas del enemigo son limitadas o inexistentes. El nuevo avión podría complementar al F-35 en áreas en las que el cazabombardero es débil, particularmente en la capacidad de llevar un gran número de armas. El F-35 sólo lleva las que internamente puede, pues las externas modificarían su firma radar y perdería el carácter de furtivo. Para empeorar las cosas, el almacenamiento interno debe ser compartido entre las armas aire-aire y aire-tierra. En un posible escenario una patrulla, dos aviones F-35 podrían volar hacia un objetivo terrestre enemigo, fuertemente defendido con misión de inteligencia, armados solamente con misiles aire-aire para autoprotección. Varios cientos de millas detrás de ellos, un Arsenal Plane, confiando en la inteligencia transmitida vía satélite o vehículos no tripulados, podría lanzar un ataque planificado previamente contra las defensas aéreas enemigas. Sigiloso y con una alcance de más de 200 millas, el JASSM se puede lanzar desde fuera del alcance de las defensas aéreas enemigas, garantizando la seguridad del avión Arsenal Plane. Mientras, los furtivos F-35 se acercarían al objetivo y, utilizando su Electro-Optical Targeting System (EOTS), evaluarían el daño a las defensas enemigas. Una cosa que no sabemos sobre el Arsenal Plane es qué avión tiene el Pentágono en mente. El Secretario de Defensa sólo menciona “una de nuestras plataformas de aviones más antiguos.” Esto podría referirse a la bombardero B-52, que tiene largo alcance, capacidad de reabastecimiento en el aire, capacidad interna para llevar ocho JASSMs, y pilones bajo las alas que podrían llevar hasta una docena de otro tipo. El Arsenal Plane también puede resultar de una reconversión de versiones anteriores del C-130 Hércules. Por encima de todo debe ser asequible y esto sugiere usar una plataforma existente, como los B-52 introduciendo mejoras menores. El Pentágono puede comprar gran variedad de modelos de aviones pero no tiene dinero. El Arsenal Plane llega en un momento en que la Fuerza Aérea está planeando comprar los F-35, KC-46 Pegasus airborne tanker, Long-Range Strike Bomber y T-X jet trainer, por lo que su presencia en el aire podría ayudar a todos ellos.
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