Dos buques de la Royal Navy participan en la operación de la OTAN que está vigilando a la flota de ocho navíos rusos desde su salida de la base de Severomorsk (norte de Rusia).
La fragata Richmond y el destructor Duncan "se han unido al grupo" en el Mar del Norte, según confirmó a Sputnik Nóvosti un portavoz de la sección naval del Ministerio de Defensa británico.
El portaviones Almirante Kuznetsov lidera la flota rusa en ruta hasta el Mediterráneo y el potencial destino en Siria. Los pilotos rusos están realizando prácticas de vuelo a lo largo del recorrido hacia el sur, de acuerdo con el oficial de la Royal Navy. La misma fuente asegura que la operación avanza con normalidad y solo es "extraordinario el número" de barcos que conforman la flota rusa. El Kuznetsov es el único portaviones de la Marina rusa y, de acuerdo con expertos, ha emprendido rumbo al Mediterráneo en siete ocasiones anteriores.
El ritmo y frecuencia de las maniobras militares determinarán el número de días que el convoy ruso estará en aguas que Londres considera de "interés nacional". El portavoz ministerial calcula que este tramo llevará un mínimo de tres o cuatro jornadas. La ruta podría transcurrir por el canal de la Mancha antes de emprender rumbo oeste por el golfo de Vizcaya y el mar Cantábrico hasta Finisterre, en la costa española del Atlántico. Un segundo destructor británico, HMS Dragon, se habrá unido para entonces a la escolta de la OTAN.
La Royal Navy está además preparada para enviar recursos navales a aguas próximas a Gibraltar, el disputado territorio en la punta de la Península Ibérica y única entrada al Mediterráneo.
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