China advierte de que ‘reaccionará de manera consecuente’ si el Gobierno de EE.UU. amenaza su seguridad y soberanía nacionales. “Si las acciones de EE.UU. perjudican la seguridad y la soberanía de China, se producirán las reacciones necesarias”, ha afirmado el portavoz de la Cancillería china, Lu Kang. Hablando hoy martes en una rueda de prensa en Pekín, la capital china, el diplomático ha advertido de que su país se opondrá también a toda acción de Washington que socave “la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico”. Si las acciones de EE.UU. perjudican la seguridad y la soberanía de China, se producirán las reacciones necesarias”, ha afirmado el portavoz de la Cancillería china, Lu Kang. Los comentarios de Lu se producen días después de que el destructor estadounidense USS Decatur (DDG-73) navegara el viernes cerca de las islas Paracel, en el mar de la China Meridional. Las mencionadas islas son controladas por China, pero Vietnam y Taiwán reivindican también su soberanía.
El Ministerio Defensa chino denuncia el ‘ilegal y provocador’ cruce de un buque de EE.UU. cerca de las islas reclamadas por Pekín en el mar de la China Meridional. El paso del destructor generó fuertes protestas por parte de Pekín, cuyo Ministerio Defensa lo tachó de ‘ilegal y provocador’, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores lo consideró una “violación grave de la soberanía y los intereses de seguridad de China”. El Departamento de Estado de EE.UU., a su vez, sostuvo que el buque no ingresó en las aguas chinas cercanas a las islas, aunque sí cruzó una parte de ese mar que reclama China. Hoy martes, dos fuentes estadounidenses cercanas al tema han anunciado que el destructor seguía órdenes del cuartel general en San Diego (California, en EE.UU.) de la Tercera Flota, dedicada a reforzar el poder marítimo de EE.UU. en Asia-Pacífico. Asimismo, otro funcionario citado por Reuters ha adelantado la decisión de Washington de enviar a Asia oriental aún más naves de la Tercera Flota en este mismo año. Beijing ha acusado a Washington de crear tensión deliberadamente haciendo navegar sus barcos cerca de las islas de China. China reclama la mayor parte del mar de China, incluidas zonas cercanas a las costas de muchos países del sudeste asiático. También reivindica que su soberanía sobre las islas artificiales es "indiscutible".
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