Suecia devuelve armas de la Guerra Fría para detener a Rusia

Suecia vuelve a usar lanzadores de misiles de la Guerra Fría, almacenados en los museos para defenderse de lo que califica como amenaza de Rusia en el Báltico. “(Suecia) está enviando Kustrobotbatteri 90 (complejo antibuques) a su antiguo bastión en la isla de Gotland”, cerca del territorio ruso, informó el martes el rotativo británico The Times. Se puede ver en el vídeo agregado cómo funciona Kustrobotbatteri 90 que fue el único sistema de lanzamiento terrestre diseñado específicamente para los misiles antibuques RBS-15 de la empresa SAAB. (Suecia) está enviando el Kustrobotbatteri 90 (complejo antibuques) a su antigua bastión en la isla de Gotland”, cerca del territorio ruso, informó el rotativo británico The Times.

La mencionada técnica militar sueca fue producida en el año 1987, en la época de la Guerra Fría, y en el año 2000 fue desmantelada y entregada a un museo. Ahora, Estocolmo se lo devuelve para reforzar su defensa en Gotland e "impedir la agresión rusa", indicó el diario. De acuerdo con el contralmirante sueco Thomas Engevall, ese país europeo es capaz de lanzar misiles antibuques desde muy largas distancias (en tierra), lo cual proporcionará al país "una mayor flexibilidad en las operaciones en el mar". Mike Vinnerstig, analista de la Agencia de Investigación de la Defensa de Suecia, opinó que "tras la anexión de Crimea por Rusia y la intervención de sus tropas en Ucrania esta medida representa la contribución de Suecia al potencial internacional de defensa del mar Báltico". Además, subrayó que una vez instalados estos complejos permitirán a Estocolmo controlar vastos territorios del mar Báltico. “No pienso que Suecia esté entre los objetivos principales de Rusia, no obstante, Estocolmo se sumará a cualquier conflicto que surja en este rincón del mundo e involucre a otros países de la Unión Europea (UE)", culminó. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que desde la crisis de Ucrania en 2014 experimenta tensiones con Rusia a niveles no vistos desde la Guerra Fría, ha multiplicado sus maniobras militares y patrullas terrestres, marítimas y aéreas en el este de Europa, además de aumentar su presencia militar en los países bálticos. Por su parte, Rusia ha indicado que responderá a su ampliación.